¿Cómo acompañar a los padres en la educación de sus hijos desde pequeños?

Generalmente, hay un espacio de tiempo grande entre el bautismo y el momento en que los padres acuden a la iglesia para asistir a catequesis. Es cierto que actualmente, ese vacío de seis o siete años es un espacio en el que no se ofrece nada.¿Habría que ofrecer algo a los padres desde que piden el bautismo de su hijo, siendo éste aún pequeño? Un dato que nos hace pensar es que si desde el bautismo del hijo se comprometieron a educarlo en la fe de la Iglesia, llama la atención que cuando llega la catequesis de padres del despertar religioso, suele haber una laguna en cuanto a formación y preparación, no saben las oraciones y no suelen participar en la vida de fe de la comunidad cristiana desde la celebración de la eucaristía.
Aquí podemos debatir desde el respeto y sin imposiciones, la necesidad o no de una mayor preparación religiosa para los padres.Espero tus respuestas.Gracias.

Julio escribió:Generalmente, hay un espacio de tiempo grande entre el bautismo y el momento en que los padres acuden a la iglesia para asistir a catequesis. Es cierto que actualmente, ese vacío de seis o siete años es un espacio en el que no se ofrece nada.¿Habría que ofrecer algo a los padres desde que piden el bautismo de su hijo, siendo éste aún pequeño? Un dato que nos hace pensar es que si desde el bautismo del hijo se comprometieron a educarlo en la fe de la Iglesia, llama la atención que cuando llega la catequesis de padres del despertar religioso, suele haber una laguna en cuanto a formación y preparación, no saben las oraciones y no suelen participar en la vida de fe de la comunidad cristiana desde la celebración de la eucaristía.
Aquí podemos debatir desde el respeto y sin imposiciones, la necesidad o no de una mayor preparación religiosa para los padres.Espero tus respuestas.Gracias.

Respecto a esto, y a rasgos muy cercanos considero que entre los 6 primeros años de la vida de un niño - y digo 6 aunque la mayoría empiece la catequesis a los 7 porque en mi parroquia y a deseo mío y de otros padres se formó un grupo de Despertar Religioso que aunque pocos se animan la verdad es que aprenden mucho. Mi hijo en concreto siempre viene muy contento y más cuando ve que tanto su abuela como yo participamos con él en la misma celebración de la Misa. Si bien es cierto que en los grupos de catequesis suelen empezar por las oraciones - ese vacío del que habla - a enseñarlas a los niños en las horas de catequesis. Considero además que la formación inicial y el ejemplo se debe empezar no a los 7 años - cuando empiezan su "formación" hacia la Primera Comunión - tan festejada y olvidada a veces de su valor real, de ese recibir a Cristo por primera vez y acercarnos a Él con todo el amor, los ojos, la fe y devoción únicamente en Jesús. Los padres - en general - he notado a menos en donde vivo - Tenerife - que dejan que los hijos vayan a catequesis y ahí aprendan todo, muchos de ellos ni se aparecen por las celebraciones de la Santa Misa y los niños quedan en sus grupos respectivos participando de la Misa y pensando en demasiadas cosas que la mayoría ni sabría explicarnos. Sin embargo lo lógico de todo padre - y madre - cristiano es educarles como bien decía usted en la fe cristiana, en el amor a Cristo e ir enseñándole oraciones, enseñarles a santificar las fiestas, a comprender - a su nivel claro está - los evangelios - según los van escuchando -, haciéndoles ver que Dios - nuestro Padre - siempre está ahí y que está esperando que él (el niño) como los demás se acerquen a Él y le sigan.

Si pongo algún ejemplo práctico, en mi parroquia cuando mi hijo entró al Despertar Religioso y luego llegaron cinco niños más de ir tanto con mi madre como conmigo a la Iglesia y a la celebración de la Misa se había aprendido sin darse cuenta las oraciones que en ella rezamos, posteriormente tocó la tarea de explicárselas, de resolver sus "preguntas" más básicas... La primera que mi hijo - en concreto - me hizo fue que le explicara la Santísima Trinidad, ni se imagina lo complicado que es ya para todos nosotros entender ese Misterio como para encima explicarlo - de forma entendible- a un niño de 6 años. Pues bien, tomando palabras que escuché una vez a un sacerdote se lo expliqué a mi hijo como niño que es diciéndole: "Dios Padre se encarna en Su Único Hijo - Jesús - que siendo su hijo tiene su misma condición de Dios, y el Amor tan inmenso que existe entre ambos por todos nosotros se manifiesta en el Espíritu Santo". Increible pero cierto, después de hacer algunas explicaciones a nivel infantil, mi hijo dijo entenderlo y en cada oración que reza conmigo, en Misa o en catequesis, lo dice con más fuerza y normalmente cerrando los ojos. Cada vez que hay una celebración acude conmigo y - a ser posible - con mi madre también y suele encontrar con pocos compañeros de catequesis, en esos momentos me pregunta por qué él va a la Misa o celebración - ahora por Semana Santa por ejemplo - y sus compañeros no. La respuesta es siempre la misma: "Tú eres tú, si los demás no vienen tendrán sus 'motivos' o quizás han ido a otra parroquia porque estaban en otro sitio y no pudieron llegar aquí, eso no lo sabes". Y él sonriendo se sienta y me pregunta si puede saludar a Jesús. No contesto y se pone a hablarle mirando para otro lado para que yo no le vea - pensando quién sabe qué. La participación en celebraciones, Misa, Liturgia... es esencial, ya no sólo para ellos sino también para nosotros - los adultos - para avivar nuestra Fe, no dejar que se vaya al vacío con tantas - distracciones - que hay en el mundo que nos alejarían de Él. En el Despertar Religioso y el resto de catequesis, todos participan en la Misa - siempre alguno no va o se ausenta -, incluso la explicación del Evangelio - como dice mi hijo - es cuando él más cerca se siente porque el sacerdote les pregunta - a veces palabras, otras veces pasajes de la Biblia, palabras dichas por Jesús - y créanme si les digo que los niños contestan y se sienten - afortunadamente - más cerca de esa Iglesia de Cristo porque se les toma en cuenta - aunque sus palabras y expresiones no sean las más doctas, se les entiende y pocas veces se equivocan. Pero lo más importante es que van viviendo esa vida de Fe de la comunidad y luego la trasladan a los momentos más insospechados, desde ir por la calle rezando, pidiendo a Dios lo que quieren, pidiéndole por la gente que ven en la televisión que está pasandolo mal para que los ayude o simplemente haciendo su pequeño - apostolado - entre sus compañeros que no van a religión. En la escuela de mi hijo, un niño - cuyos padres son "ateos" (y en comillas van porque no creo que exista el ateísmo sino que no reconocen su creencia) - amigo del mio que a fuerza de hablarle mi hijo de Dios, de la Misa, del Amor,... ese niño se ha empeñado de tal forma en conocer a Jesús que ni su madre se ha negado y lo llevará el curso que viene al Despertar Religioso y ya le cambió de "Ética y moral" a Religión pasandose largo rato preguntándole a mi hijo sobre las celebraciones, en definitiva lo que sabe. Aunque parezca quizás un poco absurdo - lo considero también apostolado y como los caminos de Dios son infinitos... lo dejamos ahí: El Señor sabe lo que hace.

Me parece que me estoy liando, bueno, a lo que iba, creo que los padres deben ser también formadores de sus hijos, y no es algo imposible, sino que se trata tanto de quererlo como de buscar la forma y momento correcto desde pequeños, no esperar a que vayan a la catequesis y que ahí - como si nada - se lo expliquen todo y solucionen todas las dudas - de fe y conocimiento - que puedan plantearse. Los primeros educadores en la fe considero que somos nosotros - los propios padres - y aunque a veces debamos dejar de lado algunas cosas que nos "requieran interés" justamente ese interés debería darlo en que nuestros hijos comiencen a amar a Dios y a entender un poco más - siempre a su grado de entendimiento - la vida de Jesús, y compartan no sólo dos oraciones por la mañana y por la noche, sino que consigamos que lo tengan presente en todo momento a Nuestro Señor y participen - con plena conciencia y cariño - en todo lo que se relaciona con Dios : Misa, Liturgia, Eucaristía,...lo vivan y lo sientan como parte de ellos mismos.


BEATRIZ

Estoy completamente de acuerdo con Beatriz. Preciosa experiencia la de su hijo. También fue así cómo yo fui conociendo a Jesús, al principio era un poco rollo ir a misa porque no entendía nada pero poco a poco me fue calando y se me hacía raro cuando alguna semana no podíamos ir a misa, notaba que me faltaba algo.

Es verdad que son los padres los que deben educar a sus hijos en la Fe, tu ejemplo es perfecto para ver cómo debería ser pero la realidad, en general, es bien distinta. Los sacramentos se han convertido, en muchas ocasiones y no hablo de todos los casos, en la celebración que viene después. Cuanto bautizan a un niño, hacen una fiesta posterior y si te he visto no me acuerdo y en el momento de la catequesis de 1ª Comunión a muchos padres les parece mucho los años que los niños tienen que estar preparándose para ese día. En mi experiencia o por lo que me cuentan las propias catequistas de mi antigua parroquia, muchas veces no van los padres sino las abuelas y a veces ni eso. Y si el niño falta mucho a catequesis y se le comenta a los padres que si no están preparados no pueden recibir la primera comunión te forman una trifulca increíble, es como si fuera un derecho adquirido porque sí, sin más.

En teoría, si tú bautizas a tu hijo es porque eres cristiano y lo quieres educar en la Fe cristiana por lo que es tu responsabilidad como padre ir dándole pautas adecuadas a su edad hasta que llegue el momento de complementarlo con la catequesis pero siempre deben ser los padres los primeros en dar ejemplo.

beatrizgutgor escribió:

Julio escribió:Generalmente, hay un espacio de tiempo grande entre el bautismo y el momento en que los padres acuden a la iglesia para asistir a catequesis. Es cierto que actualmente, ese vacío de seis o siete años es un espacio en el que no se ofrece nada.¿Habría que ofrecer algo a los padres desde que piden el bautismo de su hijo, siendo éste aún pequeño? Un dato que nos hace pensar es que si desde el bautismo del hijo se comprometieron a educarlo en la fe de la Iglesia, llama la atención que cuando llega la catequesis de padres del despertar religioso, suele haber una laguna en cuanto a formación y preparación, no saben las oraciones y no suelen participar en la vida de fe de la comunidad cristiana desde la celebración de la eucaristía.
Aquí podemos debatir desde el respeto y sin imposiciones, la necesidad o no de una mayor preparación religiosa para los padres.Espero tus respuestas.Gracias.

Respecto a esto, y a rasgos muy cercanos considero que entre los 6 primeros años de la vida de un niño - y digo 6 aunque la mayoría empiece la catequesis a los 7 porque en mi parroquia y a deseo mío y de otros padres se formó un grupo de Despertar Religioso que aunque pocos se animan la verdad es que aprenden mucho. Mi hijo en concreto siempre viene muy contento y más cuando ve que tanto su abuela como yo participamos con él en la misma celebración de la Misa. Si bien es cierto que en los grupos de catequesis suelen empezar por las oraciones - ese vacío del que habla - a enseñarlas a los niños en las horas de catequesis. Considero además que la formación inicial y el ejemplo se debe empezar no a los 7 años - cuando empiezan su "formación" hacia la Primera Comunión - tan festejada y olvidada a veces de su valor real, de ese recibir a Cristo por primera vez y acercarnos a Él con todo el amor, los ojos, la fe y devoción únicamente en Jesús. Los padres - en general - he notado a menos en donde vivo - Tenerife - que dejan que los hijos vayan a catequesis y ahí aprendan todo, muchos de ellos ni se aparecen por las celebraciones de la Santa Misa y los niños quedan en sus grupos respectivos participando de la Misa y pensando en demasiadas cosas que la mayoría ni sabría explicarnos. Sin embargo lo lógico de todo padre - y madre - cristiano es educarles como bien decía usted en la fe cristiana, en el amor a Cristo e ir enseñándole oraciones, enseñarles a santificar las fiestas, a comprender - a su nivel claro está - los evangelios - según los van escuchando -, haciéndoles ver que Dios - nuestro Padre - siempre está ahí y que está esperando que él (el niño) como los demás se acerquen a Él y le sigan.

Si pongo algún ejemplo práctico, en mi parroquia cuando mi hijo entró al Despertar Religioso y luego llegaron cinco niños más de ir tanto con mi madre como conmigo a la Iglesia y a la celebración de la Misa se había aprendido sin darse cuenta las oraciones que en ella rezamos, posteriormente tocó la tarea de explicárselas, de resolver sus "preguntas" más básicas... La primera que mi hijo - en concreto - me hizo fue que le explicara la Santísima Trinidad, ni se imagina lo complicado que es ya para todos nosotros entender ese Misterio como para encima explicarlo - de forma entendible- a un niño de 6 años. Pues bien, tomando palabras que escuché una vez a un sacerdote se lo expliqué a mi hijo como niño que es diciéndole: "Dios Padre se encarna en Su Único Hijo - Jesús - que siendo su hijo tiene su misma condición de Dios, y el Amor tan inmenso que existe entre ambos por todos nosotros se manifiesta en el Espíritu Santo". Increible pero cierto, después de hacer algunas explicaciones a nivel infantil, mi hijo dijo entenderlo y en cada oración que reza conmigo, en Misa o en catequesis, lo dice con más fuerza y normalmente cerrando los ojos. Cada vez que hay una celebración acude conmigo y - a ser posible - con mi madre también y suele encontrar con pocos compañeros de catequesis, en esos momentos me pregunta por qué él va a la Misa o celebración - ahora por Semana Santa por ejemplo - y sus compañeros no. La respuesta es siempre la misma: "Tú eres tú, si los demás no vienen tendrán sus 'motivos' o quizás han ido a otra parroquia porque estaban en otro sitio y no pudieron llegar aquí, eso no lo sabes". Y él sonriendo se sienta y me pregunta si puede saludar a Jesús. No contesto y se pone a hablarle mirando para otro lado para que yo no le vea - pensando quién sabe qué. La participación en celebraciones, Misa, Liturgia... es esencial, ya no sólo para ellos sino también para nosotros - los adultos - para avivar nuestra Fe, no dejar que se vaya al vacío con tantas - distracciones - que hay en el mundo que nos alejarían de Él. En el Despertar Religioso y el resto de catequesis, todos participan en la Misa - siempre alguno no va o se ausenta -, incluso la explicación del Evangelio - como dice mi hijo - es cuando él más cerca se siente porque el sacerdote les pregunta - a veces palabras, otras veces pasajes de la Biblia, palabras dichas por Jesús - y créanme si les digo que los niños contestan y se sienten - afortunadamente - más cerca de esa Iglesia de Cristo porque se les toma en cuenta - aunque sus palabras y expresiones no sean las más doctas, se les entiende y pocas veces se equivocan. Pero lo más importante es que van viviendo esa vida de Fe de la comunidad y luego la trasladan a los momentos más insospechados, desde ir por la calle rezando, pidiendo a Dios lo que quieren, pidiéndole por la gente que ven en la televisión que está pasandolo mal para que los ayude o simplemente haciendo su pequeño - apostolado - entre sus compañeros que no van a religión. En la escuela de mi hijo, un niño - cuyos padres son "ateos" (y en comillas van porque no creo que exista el ateísmo sino que no reconocen su creencia) - amigo del mio que a fuerza de hablarle mi hijo de Dios, de la Misa, del Amor,... ese niño se ha empeñado de tal forma en conocer a Jesús que ni su madre se ha negado y lo llevará el curso que viene al Despertar Religioso y ya le cambió de "Ética y moral" a Religión pasandose largo rato preguntándole a mi hijo sobre las celebraciones, en definitiva lo que sabe. Aunque parezca quizás un poco absurdo - lo considero también apostolado y como los caminos de Dios son infinitos... lo dejamos ahí: El Señor sabe lo que hace.

Me parece que me estoy liando, bueno, a lo que iba, creo que los padres deben ser también formadores de sus hijos, y no es algo imposible, sino que se trata tanto de quererlo como de buscar la forma y momento correcto desde pequeños, no esperar a que vayan a la catequesis y que ahí - como si nada - se lo expliquen todo y solucionen todas las dudas - de fe y conocimiento - que puedan plantearse. Los primeros educadores en la fe considero que somos nosotros - los propios padres - y aunque a veces debamos dejar de lado algunas cosas que nos "requieran interés" justamente ese interés debería darlo en que nuestros hijos comiencen a amar a Dios y a entender un poco más - siempre a su grado de entendimiento - la vida de Jesús, y compartan no sólo dos oraciones por la mañana y por la noche, sino que consigamos que lo tengan presente en todo momento a Nuestro Señor y participen - con plena conciencia y cariño - en todo lo que se relaciona con Dios : Misa, Liturgia, Eucaristía,...lo vivan y lo sientan como parte de ellos mismos.


BEATRIZ

Muchas gracias,Beatriz.Compartir la propia experiencia nos puede ayudar mucho a todos, más de lo que imaginamos.

Conchi escribió:Estoy completamente de acuerdo con Beatriz. Preciosa experiencia la de su hijo. También fue así cómo yo fui conociendo a Jesús, al principio era un poco rollo ir a misa porque no entendía nada pero poco a poco me fue calando y se me hacía raro cuando alguna semana no podíamos ir a misa, notaba que me faltaba algo.

Es verdad que son los padres los que deben educar a sus hijos en la Fe, tu ejemplo es perfecto para ver cómo debería ser pero la realidad, en general, es bien distinta. Los sacramentos se han convertido, en muchas ocasiones y no hablo de todos los casos, en la celebración que viene después. Cuanto bautizan a un niño, hacen una fiesta posterior y si te he visto no me acuerdo y en el momento de la catequesis de 1ª Comunión a muchos padres les parece mucho los años que los niños tienen que estar preparándose para ese día. En mi experiencia o por lo que me cuentan las propias catequistas de mi antigua parroquia, muchas veces no van los padres sino las abuelas y a veces ni eso. Y si el niño falta mucho a catequesis y se le comenta a los padres que si no están preparados no pueden recibir la primera comunión te forman una trifulca increíble, es como si fuera un derecho adquirido porque sí, sin más.

En teoría, si tú bautizas a tu hijo es porque eres cristiano y lo quieres educar en la Fe cristiana por lo que es tu responsabilidad como padre ir dándole pautas adecuadas a su edad hasta que llegue el momento de complementarlo con la catequesis pero siempre deben ser los padres los primeros en dar ejemplo.

Totalmente de acuerdo, ojalá estos temas nos ayuden a profundizar y hacerlo ver a los padres.Sigamos reflexionando y creando debate.